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Entre puños, gustos y colores sociales



Por: José Bellido Nina


A las 10:30 horas del día de hoy, hubo una concentración multitudinaria de personas en la Plaza de Armas de Arequipa. Aquéllas llegaron de distintas provincias y distritos de la Región, sobre todo de escasos recursos, con el sólo propósito de exigir al gobierno mayor interés en la ejecución del Proyecto Majes Siguas II, pues muchos de los presentes son agricultores o parceleros. Todos están esperando que algún día vean sus terrenos eriazos transformarse en campos fértiles de color verde.

Como es costumbre, aparecieron las asociaciones de toda clase en defensa de los intereses de una parte del pueblo, pero con un solo color: rojo, y una sola fuerza: el puño alzado. Sí, pues, las clásicas banderas rojas y el puño firme de la izquierda radical en toda las asociaciones que defiende. No sorprende que hasta el Himno de la ciudad sea cantada con el puño alzado y no con la mano en el pecho. Tampoco el escuchar arengas violentas como "si no hay solución, habrá revolución" contra la burocracia, promesas incumplidas (sueldo alto, gas barato o gasoducto), poder económico, "biregional", entre otros; queriendo traer a memoria que Arequipa es revolucionaria. 

Realizando un soliloquio, me pregunta en ese mismo instante: ¿Arequipa nace revolucionaria por los "rojos"? No les importó tampoco comer y tararear a la vez, menos estar bajo un radiación solar que expuso a muchos niños. Ciudadanos por aquí y por allá, calmando la sed con cualquier bebida helada, y haciendo ruido con silbatos, bombines de mano, bombos y platillos. No. Si no lo haces eres un traidor y "amarillo" como dicen los del SUTEP a los maestros que no acatan su huelga.

Sí, el SUTEP con sus "banderitas rojas" y sus compañeros con la "bandera del Tahuantinsuyo" estuvieron en primera fila, otros como AUPA, FACA, FDTA-CGTP, FREDICON, etc., etc., etc., suficientes para que el "tuturutu" sea ignorado por los visitantes con tal de escuchar a los dirigentes, "oradores del pueblo".

Si bien esta concentración estuvo caracterizada por exigencias sociales, dejó evidencia de que Ollanta Humala no está siendo bien visto a causa de su desidia en los proyectos para el sur del Perú, porque fueron estos mismos grupos los que apoyaron y "blindaron" a su candidato-presidente en la primera y segunda vuelta electoral.

Las advertencias están hechas, según los dirigentes, pero también son conscientes del proceso constitucional y procedimientos administrativos que siguen su curso, porque están informados por las autoridades competentes. 

En fin, para ellos, las cosas se dicen con claridad, sin ánimo de confusión o "sorprender" al pueblo. Veremos hasta dónde dura la cordura y responsabilidad.

Así están las cosas.